Primera Parte
No existe otro acontecimiento que haya transformado más la vida del ser humano como este: La Presencia física, corpórea y humana de Dios entre los humanos. Su efecto ha sido tan contundente, que la historia humana, tomando como partida su Presencia física, se ha divido en dos: Antes de Jesucristo y Después de Jesucristo.
En cuanto a que ha sido el Acontecimiento Histórico más Impactante:
Nadie ha causado tanto IMPACTO entre los seres humanos como El; y Nadie lo sigue causando. Su Nacimiento o Encarnación fue tan Impactante que nos dice Dios en Mateo cap. 2 versos 1 al 4: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. “
El primer impacto se lo produjo a unos magos: Que eran personas de lejanas tierras; personas que vivían a muchos kilómetros de donde había nacido nuestro Señor Jesucristo: “vinieron del oriente”. Vinieron de un lugar que por tradición y por costumbre, no creían en el Dios de la Biblia.
Pero hay otro detalle; estos “magos”, eran personas que pertenecían a la Casta o Clase Sacerdotal de los Persas; personas consideradas sabias, de alta clase social económica y con un cargo religioso-político asignado en su país. De ahí es que en Daniel cap. 2, luego de hablarnos de que el rey Nabucodonosor tuvo sueños, y que los mismos los turbaron, dice en verso 2:” Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. “y como ninguno de estos pudo interpretárselos, dice en el verso 12:” Por esto el rey con ira y con gran enojo mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.” Es decir, entonces, que los magos eran considerados entre los sabios del rey; y si del rey, de todo el pueblo. Es importante tener esto claro; estos magos, no eran personas común y corriente, eran Grandes Funcionarios, con riquezas y muchas influencias políticas.
Y a pesar de todas estas cosas que adornaban a estos magos, ellos vinieron a Adorar al que había nacido; al rey de los judíos, y de todo el universo. Dios Espíritu Santo, produjo fe en estas personas para que Adoraran al que había nacido: al Mesías, al Cristo.
Hay que considerar también, que estas personas, que estos magos, tenían tres características que, humanamente hablando, les hacían casi imposible, creer en el Cristo:
La Primera: Eran Incrédulos por nacimiento; por nacer pecadores; como dice Dios en Salmos cap. 14 versos 2 y 3:”Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Todos los seres humanos por nacimiento, al nacer pecadores, nos hemos desviado del camino correcto de buscar a Dios, como El lo ha establecido; y estos magos no eran la excepción; eran tan desviados como todos.
La Segunda: Eran Incrédulos por patria; por pertenecer a un país que no tenían la verdad de la Palabra de Dios; Por eso Dios en Efesios cap. 2 versos 11 y 12, hablándoles a un grupo de persona que no eran de nacimiento israelitas, como estos magos, pero que se habían convertido de sus ídolos a Jesucristo, les dice:“ Por tanto, acuérdense de que en otro tiempo ustedes, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estaban sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.”
La Tercera: Eran incrédulas por oficio; por pertenecer a la Casta de sacerdotes de la religión Zoroastrismo, religión esta, de los antiguos Persas, creada por Zoroastro. “Los dioses de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.” Dice Dios en Salmos 115 versos 4 y 8. Esta era su triste situación espiritual. Estaban tan muertos como los ídolos a los que ellos servían.
Sin embargo, esto no fue obstáculo suficiente para el Dios Todopoderoso. A El le plugo producir fe en ellos para que adoraran al Dios Único y Verdadero, el cual decidió en su sabio e incompresible Consejo de su Voluntad, Encarnarse; entrarse en un cuerpo, y nacer como nacen todos los seres humanos. Como bien dice en Salmos cap. 135 versos 5 y 6:” Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.”
Sabidas estas cosas; podemos entender por que fue que el rey Herodes y toda la ciudad de Jerusalén, se turbaron, es decir, se quedaron sin habla, sin hallar que decir ni que pensar. En otras palabras, ¿Cómo es posible que estos Funcionarios Incrédulos vinieran a Adorar a un rey diferente a que ellos tenían, de quien dependían sus cargos y hasta sus vidas? , y ¿Quién es este rey tan grandioso que una estrella anunció su nacimiento?
La única repuesta a estas interrogantes es esta: Este era Dios Encarnado; el Cristo prometido. Por eso es que en el verso 4 dice:”Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.” Es decir, solo “el Cristo”, podía ocasionar tan gran efecto; nadie, antes ni después de El, podía lograrlo.
El Segundo Impacto fue al El rey Herodes: Como bien nos dice el verso 2: “Oyendo esto, el rey Herodes se turbó…”. Y en el verso 4: “Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.”
El rey Herodes quedó sin respuestas, sin saber qué pensar y qué decir. Tan impactado quedó, que mandó a convocar a “todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo,” con el objetivo de averiguar donde había de nacer el Cristo. Se olvidó de todos los problemas que como rey tenia que hacerle frente cada día. Este Jesús, Dios encarnado, hizo que dedicara más atención a El, que a cualquier otra persona, cosa o actividad.
Sitió su trono tambalear. Pensó que este Rey de los judíos que había nacido les destronaría a el, y a sus descendientes. De ahí es que luego de llamar en secreto a los magos, verso 7, los envió, verso 8, para que les comunicaran el lugar donde este había nacido. Pero al verse burlado por ellos, verso 16, mandó a matar a todos los niños menores de dos años.
En su limitada manera de pensar, creyó que El que había nacido era un ser humano común y corriente; por eso le mando a matar. Pero El que había nacido en un cuerpo humano era Dios, Creador de todo Cuanto Existe. Como bien dice Dios en Juan cap. 1 versos 1 al 3:” En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Y en el verso 14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Aquel que es Eterno, que siempre ha existido, que hizo todo cuanto existe, se había hecho carne; y no importa las tramas humanas, nadie le podía destruir.
Y me pregunto, ¿Qué duro debe ser el sufrimiento de este pobre rey Herodes, ahora en el Infierno eterno, al pensar, que el intentó matar a que tenia en sus manos el poder de salvarlo y de condenarlo?
El Tercero Impacto fue a Toda la Ciudad de Jerusalén: Como bien dice en el verso 3: “Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.” Para que una ciudad sea impactada por un acontecimiento este tiene que ser muy importante y de mucha trascendencia social; y sobre todo si dicha ciudad es la mas importante de un país.
Este acontecimiento era el más Impactante que había ocurrido jamás: Había nacido el Mesías Prometido. Como bien había profetizado Isaías en el cap. 9 verso 6:”Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Poco pasó; debió de turbarse el mundo entero: Se habia Encarnado el Único Admirable, el Único que es Infinitamente Sabio, el Único Dios Fuerte; el Único que es Padre Eterno; el Único que Príncipe de Paz.
Y yo te pregunto, ¿No te ha Impactado a ti? ¿No ha transformado este Jesucristo, tu vida?
¿No han sido tus pecados perdonados, basado en lo que El hizo?
Si es así, ¡Glorias sean dadas a Dios, por haber tenido de ti misericordia, como la tuvo de mí! Repitamos con la multitud de huestes celestiales en Lucas cap. 2 verso 14: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”
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Pero si Jesucristo, ese Dios fuerte, todavía no ha impactado tu vida: ¡Pídele, ruégale, suplícale que lo haga! ¡Pídele, que envíe a Dios Espíritu, y te abra el entendimiento para que puedas ver lo mal que estas, y apareces, delante de los ojos de Dios, y acudas a Arrepentirte de tus pecados, y a creer en Jesucristo! Dios te dice en Isaías cap. 55 verso 7, que El tendrá misericordia de ti, y te perdonara de todos tus pecados, y no serás condenado: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”
¡Que Dios haga germinar su palabra en tu corazón! ¡Amen!
(Primera Parte de Cuatro)